Un manifiesto contra el olvido. Un homenaje a la hermosa ciudad de Plasencia y a los que la hicieron grande en el fructífero periodo de la República Española, para desaparecer luego en la barbarie de la Guerra Civil. Un repaso exhaustivo a lo que hicieron y dejaron de hacer esos hombres en defensa de la libertad y en pos de sus convicciones democráticas, y a la cruel represión fascista que acabó con ellos. Un libro denso y lleno de información realizado por Antonio Sánchez-Marín en un deseo de dejar constancia escrita de lo sucedido, como un notario que levanta acta de un pasado que no debe y no puede olvidarse. Porque el olvido es una crueldad añadida a la de la muerte, al sacrificio desalmado de tantos españoles.
Una restitución moral a unas víctimas y una época que no se hace desde el rencor, sino con la intención de que el lector pueda recordarlas como las personas justas y dignas que fueron. Porque nunca es tarde para recuperar las páginas de la historia.
Antonio Sánchez-Marín nació en Las Mestas, localidad de las Hurdes cuyos cipreses inspiraron a Unamuno esta definición “...pueblecito encantador a la distancia, que ni pintado para un pintor”. Su padre, Feliciano Sánchez-Marín Calero, fue maestro y director de la primera Misión Pedagógica de la República, en 1930, y junto con su esposa, Sofía Enciso, supo imbuir a sus hijos los ideales docentes de la época, consiguiendo que diez de ellos acabarán ejerciendo esa loable profesión. Se ha dedicado a la docencia durante cuarenta años, en nueve poblaciones de cinco provincias distintas, alternando Vizcaya, Sevilla, Cádiz, Badajoz, otra vez Vizcaya y Madrid, siempre muy bien acompañado por su esposa Dolores Muñoz Íñigo, también maestra con cuarenta años de docencia. Aprovechó su segunda docencia en Bilbao para licenciarse en Filosofía Hispánica por la Universidad de Deusto. Actualmente jubilado, dedica los años de su retiro a investigar la figura del maestro en la educación republicana. Muestra de ello es su colaboración con María Antonia Iglesias en el libro Maestros de la República: los otros santos, los otros mártires.